SE VIENE UNA TORMENTA
Jeff Nichols joven director
norteamericano de apenas 30 años, que se dio a conocer con su
primera película Shotgun Stories (2007), que era un thirller con
un fuerte contenido dramático, en donde la venganza era su principal
motor. En su última película tenemos a Curtis LaForche
(Michael Shannon), un obrero de la construcción, que se encuentra casado
con Samantha (Jessica Chastain), quienes tienen una pequeña hija llamada Ana
que es de sorda de nacimiento, su vida transcurre con normalidad en su pueblo,
siendo mayor preocupación la salud de su hija, que tiene un
comportamiento muy introvertido. Pero tranquilidad de sus vidas se ven
afectadas por los sueños de Curtis, alterando su comportamiento.
Los sueños de
Curtis, se vuelven más contantes y violentos, confundiéndose entre el
sueño y la realidad, añadiendo a esto el pasado de su madre, que
acrecentaran sus dudas sobre su cordura. Curtis siente que sus sueños son
que eso, existiendo elementos que hagan creer, que dichos sueños como un
anuncio de una tragedia que se avecina hacia su pequeño pueblo de Ohio.
Buscando la mejor manera de proteger a su familia, convirtiéndose en
una obsesión, lo cual trae graves problemas con las personas que lo rodean. Es así,
que tenemos a un Noe moderno que predice una catástrofe, ante la
mirada escéptica de los demás.
La película,
nos mantiene expectante al igual que el protagonista, a que ocurra lo
anunciado en los sueños, generándose una tensión a lo largo
del visionado, en donde el trabajo de Shannon en su interpretación de
un hombre consumido por las dudas y el miedo, perturbado por un pasado que no
quiere repetir, es notable. Shannon le otorga una gran carga emocional, con su
rostro y los movimientos de su cuerpo, brindando una actuación
realmente entregada.
Si en
la película El campo de los sueños (1989), el protagonista contra
toda lógica construye un campo de beisbol en su granja porque se lo
dice una voz, aquí tenemos a un hombre que gastas su dinero en
un refugio para tormentas, por los sueños que tiene, pero teniendo resultados
muy distintos, en esta el miedo se aloja en el protagonista, ese miedo de
perder todo lo que verdaderamente importa, que es su familia.
Conforme avanza la
historia, es imposible que no venga a nuestra mente películas como El caballo de Turin (2011) y Melancholia (2011), que guardan relación,
ya que estas hablan sobre el fin del mundo, claro de una manera
distinta, aquí somos testigos de la destrucción del mundo
de Curtis, en donde su obsesión va deteriorando justo lo que quiere
proteger, que es su familia, envolviéndose en una paradoja que
le es difícil de salir. Es decir nos encontramos en
una catástrofe distinta a la anunciada en los sueños.
Nichols logra
una película atrapante desde su primera escena, en la cual vemos a un
hombre mirando el cielo, con un rostro de extrañeza, la lluvia en ese momento
se convierte en una amenaza. Estamos ante un drama familiar, que
se introduce en los géneros del thriller y hasta el terror,
ese terror a lo que no se puede controlar ni prever, creando
una atmósfera de desasosiego y tensión.
La seguridad sobre la realidad pende de un hilo, la amenaza se
encuentra presente en cada momento, somos participes de la espera
del día anunciado que no llega.
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