domingo, 24 de enero de 2010

EL SECRETO DE SUS OJOS (2009)


LA PASIÓN QUE NUNCA CAMBIA

Juan José Campanella, no es director al cual, tenga una admiración particular, me parece que las características de su filmes, tiene que ver con lo cotidiano, el día a día, de un hombre común, en donde nos presenta sus alegrías, tristezas, contadas en una manera amable, y con una gran fluidez, que hacen que sus películas se han muy accesibles al público, en algunas ocasiones, satura con el melodrama como es el caso de La luna de Avellaneda, en otros puede lograr conmover y emocionar sin llegar a ese extremo, como en El hijo de la novia,a ninguna la pondría en la categoría de gran cine, como ya dije Campanella, hace películas amables, que logran su propósito, el cual es entretener.

Esta última película de Campallena, toma otro registro, deja la comedia romántica, y se embarca al Thriller, y no lo puedo negar lo hace muy bien, el film nos cuenta la historia de Esposito (Ricardo Darin), un antiguo secretario de un Juzgado, que en su época de retiro, tiene la necesidad de escribir una novela, de un crimen que nunca fue resuelto, el cual fue la violación y asesinato de una joven, los recuerdos son para él muy vivos, por lo que esta decidido a terminar la novela y saber como termina la historia, por lo que tendrá que recorrer en su pasado, y buscar a una amiga que amaba en silencio, la juez Irene Menéndez (Soledad Villamil), por lo que producirá en Esposito el renacimiento de su amor por ella.
Para Esposito, existe algo especial en la historia que quiere escribir, más que la violencia del crimen, el ve el amor y anegación que siente el viudo hacia su esposa, para Esposito es la prueba palpable que el amor existe, aunque él considere que le esquivo, ya que Irene se va casar con otro, y no puede hacer nada para evitarlo, por la sencilla razón, de que nunca le confesó sus amor.

Como en toda película de Campanella, el humor siempre esta presente, estando a cargo de la cuota de humor, Guillermo Francella, que hace de un secretario alcohólico, que ve el lado positivo, la escena del bar, en donde se descubre la verdadera pasión del sospechoso, es sencillamente delirante, su director muestra un talento para pasar del drama a la comedia, con facilidad, que entusiasma. Uno de los puntos más altos del film, es el plano secuencia que se inicia con el acercamiento al Estadio de Fútbol, logrando un clima de tensión en el espectador, aderezadas con algo de humor.

Campanella, le da importancia a las miradas, esas que nos dicen todo, mientras nuestras boca pronuncia palabras, nuestros ojos, dicen lo que sentimos, otro gran acierto del film, nos descubre a un director maduro, que no se queda en grandes discursos que no dicen nada, sino quiere trasmitir a través de las imágenes, no es necesario que el protagonista grite el amor, nosotros lo podemos ver, la escena final es un ejemplo de ello, en esta ocasión, puedo decir que Campanella a realizado una gran película.

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